“No quiero estar atada a la estructura pop”: Cabiria y la exploración de nuevos territorios sonoros

Con Radio Coral, Cabiria dejó claro que lo suyo va mucho más allá del dream pop electrónico. Su música es un terreno donde conviven la sensibilidad, el riesgo y la experimentación. Desde sus inicios, Eva Valero ha buscado un sonido que se mueve entre lo local y lo global, entre el pop y el ambient, entre lo personal y lo universal. Su proceso creativo se enriquece de la colaboración con otros músicos. En esta entrevista, Cabiria reflexiona sobre identidad, vulnerabilidad y la necesidad de encontrar libertad más allá de las estructuras del pop.

10/10/2025

“No quiero estar atada a la estructura pop”: Cabiria y la exploración de nuevos territorios sonoros

¿Cómo dialogan tus raíces catalanas con tu exploración de sonidos electrónicos internacionales?

Desde pequeña he escuchado más música de fuera, tanto de España como de Cataluña, por lo tanto no tengo una gran influencia de música catalana. Aún así, estos últimos años han habido muchos proyectos electrónicos de Cataluña que me han interesado e intento estar siempre pendiente de las cosas nuevas que van saliendo de aquí.

Muchos describen tu obra como un puente entre lo íntimo y lo universal. ¿Es algo consciente o surge de manera natural?

Puede ser íntimo porque normalmente escribo partiendo de alguna vivencia personal, pero en cuanto alguien conecta con eso la historia se convierte en universal. No puedo evitar acabar en lugares comunes. También la naturaleza de la música que hago es pop, por lo que la idea es que se rompa la barrera de lo íntimo y solitario y se alcance alguna conexión con el público.

Con Radio Coral, Cabiria dejó claro que lo suyo va mucho más allá del dream pop electrónico. Su música es un terreno donde conviven la sensibilidad, el riesgo y la experimentación. Desde sus inicios, Eva Valero ha buscado un sonido que se mueve entre lo local y lo global, entre el pop y el ambient, entre lo personal y lo universal. Su proceso creativo se enriquece de la colaboración con otros músicos. En esta entrevista, Cabiria reflexiona sobre identidad, vulnerabilidad y la necesidad de encontrar libertad más allá de las estructuras del pop.

Tu proceso creativo mezcla tecnología y sensibilidad humana. ¿Cómo equilibras lo orgánico y lo sintético en tus producciones?

Compongo mayormente con elementos electrónicos, pero me gusta mucho trabajar con músicos que vienen de otros lugares. Le pido a mi guitarrista de confianza que me grabe unas guitarras. También me encantan los vientos. El último disco que saqué tiene muchos vientos. Me gustan mucho las texturas que se les pueden dar a los temas. Creo que es muy interesante encontrar ese equilibrio. No me gusta que todo sea electrónico; me interesa humanizar la música y que sea más expresiva. Cuando se nota que hay una persona detrás tocando algo la música se enriquece.

Al final yo no tengo casi estudios de música, lo que he aprendido ha sido de forma autodidacta. Así que siempre agradezco tener un músico que me de apoyo: yo tengo una base más pobre que un músico profesional, entonces siento que se complementa bastante bien.

Creo que al final cada canción sigue su camino. No siento que tenga una visión predeterminada cuando empiezo. Las canciones van encontrando el camino que tienen que seguir. Algunas acaban siendo más introspectivas y otras más oníricas o fantasiosas. Pero mi voz está en todas, sean más veraces o no. Me parece interesante haber podido construir esa voz, aunque no sea siempre desde vivencias propias, pero sí que siento que todas tienen algo en común.

Tus letras juegan con lo onírico, lo absurdo y lo cotidiano. ¿Buscas que la narrativa sea abierta al oyente o es una introspección privada?
¿Cómo lidias con la vulnerabilidad que implica compartir partes muy íntimas de tu mundo a través de la música?

Friccionándolo un poco y dándole una capa más fantasiosa. Puedo partir de una experiencia propia, pero le voy sumando capas de fantasía o usando un lenguaje más poético, con metáforas, para no sentirme tan vulnerable. Porque sí, algunas letras son súper directas y transparentes, y ahí me siento en un punto en el que no estoy cómoda. Por eso acaban siendo todo más como un sueño: no sabes si es verdad o si es mentira.

¿Qué espacios, físicos o simbólicos, aún sientes que quieres ocupar en tu práctica artística?

Me interesa explorar atmósferas y texturas fuera del pop, que me lleven a otros géneros: quiero sentirme más libre para producir sin estar tan atada a la estructura de la canción pop. Siento que en géneros como por ejemplo el ambient hay más lugar para probar otras cosas sin estar sujeto a un mapa de sonidos, conceptos y espacios.

¿Qué nos tienes preparado para el futuro? ¿Alguna fecha interesante, algún proyecto nuevo, una canción?

La verdad es que he estado descansando bastante estos meses. Saqué el disco en abril y desde entonces he estado pensando qué quiero hacer. Estoy escuchando mucha música instrumental, tocando el piano. Me gustaría sacar algún single próximamente, pero no tengo muy claro hacia dónde quiero ir, así que lo tengo un poco aparcado. En otoño tengo un par de fechas que todavía no he anunciado, pero sí me gustaría presentar el disco en más sitios.