LaSol presenta “CHOP CHOP”, el inicio de una nueva etapa
LaSol ha adquirido a lo largo de su vida en Barcelona una mezcla de referencias que ha marcado una sensibilidad única, hoy traducida en canciones que atraviesan géneros siempre con un hilo provocador. Con su nuevo single CHOP CHOP —primer adelanto de una mixtape prevista para el próximo año— abre una etapa más arriesgada: un funk brasileño distorsionado, cargado de provocación, donde se burla de la masculinidad hegemónica y juega con invertir los roles del deseo. Pero más allá del sonido, su trabajo es también un posicionamiento político: una apuesta por la representación de mujeres y disidencias en un ecosistema musical que todavía reproduce demasiados límites. En esta conversación con LaSol, hablamos de raíces, procesos creativos, luchas de identidad, provocación y futuro.
Barcelona, el Raval, la calle… ¿cómo han moldeado tu sensibilidad artística más allá de lo musical?
Sí que creo que haberme criado en Barcelona, y sobre todo ahí, me ha hecho crear un imaginario muy rico y nada plano. He visto muchas cosas y he crecido con gente muy distinta.
Es un barrio muy fuerte, sobre todo cuando eres pequeña. También he vivido toda mi vida en carrer Tallers, la calle donde siempre ha habido tiendas de música y de segunda mano, cuando todavía nadie compraba en esas tiendas. Yo iba porque estaba justo delante de mi casa y me flipaba.
Entonces, desde muy pequeña, eso me hizo interesarme por muchas cosas. Y ser de Barcelona es eso: se ha movido mucha cosa en Barna. Yo salía de mi casa, estaba al lado del MACBA, y me encontraba a toda la gente: a Bad Gyal, a Nathy Peluso… a todos los cantantes del momento los podías ver perfectamente en una tarde.
Estas trabajando en música nueva, ¿Cómo suele empezar un track para ti: con una palabra, un ritmo, una melodía?
Por lo general, no tengo una forma concreta de empezar una canción; cada una tiene un proceso creativo distinto. Pero sí que es verdad que para esta mixtape que estoy preparando empecé más con un concepto muy abstracto. Después se hacía el beat y, luego, la voz encima.
Fijándome en cómo he hecho la mixtape —o cómo la estoy haciendo, porque aún no he terminado —, veo que hay un proceso creativo muy concreto: primero pensar en un concepto, luego en sonidos que puedan representar ese imaginario, crear una paleta sonora, hacer la instrumental y, después, meterme con la voz y la letra.
Es la primera vez que trabajo t odo de la misma manera. Y la verdad es que me está gustando tener este proceso creativo concreto para este proyecto, porque le da coherencia y hace que todo el conjunto tenga mucho sentido.
LaSol ha adquirido a lo largo de su vida en Barcelona una mezcla de referencias que ha marcado una sensibilidad única, hoy traducida en canciones que atraviesan géneros siempre con un hilo provocador.
Con su nuevo single CHOP CHOP —primer adelanto de una mixtape prevista para el próximo año— abre una etapa más arriesgada: un funk brasileño distorsionado, cargado de provocación, donde se burla de la masculinidad hegemónica y juega con invertir los roles del deseo. Pero más allá del sonido, su trabajo es también un posicionamiento político: una apuesta por la representación de mujeres y disidencias en un ecosistema musical que todavía reproduce demasiados límites.
En esta conversación con LaSol, hablamos de sus raíces, procesos creativos, luchas de identidad, provocación y futuro.


Vienes del circuito underground, pero tu propuesta está alcanzando cada vez más públicos. ¿Cómo vives la tensión entre lo local (tu barrio, tu gente) y lo global (la industria, las playlists, los algoritmos)?
Es raro. Siempre se habla de lo underground, pero siento que cada vez se está disipando más. Ya no tiene la autenticidad que tenía antes. Ahora cualquier cosa es “underground”, incluso proyectos que llevan mucho tiempo. Se les sigue llamando “emergentes” o “underground”.
Y claro, yo no vengo de ser un nepo baby ni de alguien con recursos económicos. Es complicado llegar a según qué cosas. Con los algoritmos pasa eso: todo necesita una producción muy grande para que te hagan caso. Para que te den un adelanto en algún sitio ya tienes que tener una base muy grande de seguidores. Es un pez que se muerde la cola.
Es complicado, pero coincido con lo que dices. A mí con el blog me pasa lo mismo: hay gente que no me ha dado entrevistas porque ven que tengo 170 seguidores en Instagram y dicen que no van a perder el tiempo. Pero claro, hay mucho trabajo detrás, lo llevo yo solo, y sí que lo lee la gente. Lo que pasa es que no entro en los algoritmos de Instagram, no hago contenido viral, y entonces no me sugiere.
Es difícil que te presten atención y compites con gente que tiene más recursos o más tiempo para dedicarle a un proyecto creativo.
Concretamente con las playlists de Spotify, tengo un dilema. No sé si me interesa tanto que me metan en playlists. Prefiero tener 800 oyentes mensuales que sean fieles de verdad, a que me metan en una playlist que me suba los oyentes pero nadie me conozca.
Creo que lo que tiene Barcelona es que la gente es más libre. No es tan teórico ni tan académico. La gente es más punky, se permite experimentar, probar cosas y cambiar. Es más auténtico. Aquí hay una sensibilidad artística que no encuentras en otro lado.
¿Qué crees que tiene la escena barcelonesa/underground que el resto del mundo todavía no ha sabido leer del todo?
La representación de mujeres y disidencias en la música sigue siendo una lucha. ¿Qué significa para ti ocupar ese espacio desde tu cuerpo, tu voz y tu proyecto?
Pues es muy complicado ser una persona disidente en la música porque se te va a encasillar. Yo, por ser una persona trans, ya se dictamina que mi música es LGBT. Y es como: ¿qué sé yo? Como que ya no tengo cabida en ciertos espacios. Por un lado es mejor, porque hay sitios que no quiero pisar. Pero, por otro lado, es como: joder, por ser una persona trans ya haces música para eso.
A mí me interesaría moverme por otros lugares, intentar crecer, abarcar otros espacios, pero estoy muy limitada. No se me escucha y, entonces, para crecer es complicado, porque no se te dan oportunidades. Incluso para trabajar con otras personas, con productores o con gente en general, es muy difícil.
Yo con cualquier productor no puedo trabajar, porque no nos vamos a entender empezando por ahí. Ya están pensando que mi música… han prejuzgado mi música totalmente, y ya no van a entender lo que quiero hacer. Además, se le suma que sí es verdad que hago música un poco más experimental y mezclo cosas. Entonces aún se me entiende menos.
Tu próximo single se llama “CHOP CHOP” y abre tu nuevo mixtape. ¿Por qué decidiste que fuera la carta de presentación?
Pues es la primera canción que hice. La compuse hace años, como dos o tres, junto a Naxito Jüeves, que es el productor, el mismo de Muack!. En esa época estábamos haciendo muchísima música, y entre todas esas canciones estaban Muack! y Chop Chop. La primera la desarrollamos más en ese momento y las demás quedaron medio olvidadas.
Un día estábamos en mi casa escuchando todo lo que habíamos hecho y recuperamos esta canción. Nos pareció que estaba muy guapa, la avanzamos un poco y me encajaba perfecto en la mixtape. Entonces dije: “Pues ya está, primer single, lo tenemos hecho”. Fue un poco improvisado también.
Lo describes como un funk brasileño experimental y bastante provocador. ¿Qué te interesa de cruzar la sensualidad y la ironía en un mismo track?
Bueno, es un poco como el universo de la mixtape, que en general es muy provocativo. Tengo ganas de provocar y de picar a la gente, de decir cosas que molesten, como eso de robarle la novia a un chico, sobre todo en relación con la masculinidad. Es esa cosa de ser la figura que deseas, la que te atrae, pero sin estar interesada en ti, sino en tu novia. Esa es la idea: provocar desde ahí. Estoy en una fase de mi proyecto en la que tengo muchas cosas que decir y las expreso de una forma muy rap, muy desgarrada, con mucha garra.
¿Qué podemos esperar del mixtape más allá de “CHOP CHOP”? ¿Algo que nos puedas adelantar de tu nuevo mixtape?
A nivel sonoro, hemos estado trabajando mucho en una paleta de sonidos muy potente, he estado trabajando junto a Hadren en el proyecto. Hay bajos muy fuertes, muchas distorsiones y sonidos que revientan los oídos. Las letras están muy cuidadas; he dado mucho espacio a escribir buenas letras y a decir cosas más allá de la música en sí.
En otros momentos de mi proyecto no había dado tanta importancia a la letra; le daba más relevancia a las melodías o a la música. En este proyecto le estoy dando mucha importancia a todo, incluyendo lo visual. Estamos trabajando con Bruno Sanchez: para cada canción habrá un videoclip con un imaginario muy chulo que mezcla figuras de los 2000, como Lindsay Lohan y Paris Hilton en sus peores momentos rollo TMZ, con estética inspirada en el porno.
También hemos integrado elementos de pop-ups, anuncios de prostitutas, mezclando dos mundos distintos. Está siendo muy interesante ver lo que está saliendo.

