Experiencia Festival Cruïlla 2025
Experiencia Festival Cruïlla 2025
Experiencia Festival Cruïlla 2025


Era mi primera vez en el Cruïlla y salí encantado. El cartel de este año venía fuerte: Gracie Abrams, Sex Pistols, St. Vincent, Thirty Seconds To Mars, Texas, Hermanos Gutiérrez… y Alanis Morissette. Yo solo fui el último día. Fui por la leyenda: Alanis Morissette.
Puede sonar simple, pero el Cruïlla se sintió como un festival pensado para quienes realmente viven en Barcelona. Y eso, en una ciudad devorada por el turismo masivo, es casi un milagro. Poder moverse con tranquilidad por un recinto así, sin colas eternas ni empujones, se agradece. Mucho.
Sobre Alanis, podría decir un millón de cosas. Arrancó con Hand in My Pocket y nos llevó de la mano por todos los clásicos: Head Over Feet, You Learn, Mary Jane, Ironic, You Oughta Know. Tocó una versión acústica muy delicada de Perfect. Y también cantó Hands Clean (una de mis favoritas y quizás mi canción más escuchada en el verano de 2024). Cerró con Uninvited y Thank U. Fue un final perfecto.
Fue un show potente, catártico. Nos dio rock, grunge, pop, nostalgia, emoción. La palabra icónica se usa con demasiada ligereza últimamente (y lo admito: yo también la uso así a veces), pero esta vez no hay duda. No todos los días ves a una artista verdaderamente icónica en vivo, y mucho menos con esa entrega, esa voz intacta y esa fuerza.
Salí del festival satisfecho. La experiencia fue buena de principio a fin. El concierto fue impecable, el ambiente amable, la organización fluida. Me sentí cómodo, feliz. Quizás este haya sido el comienzo de una nueva tradición: sumar el Cruïlla a mi ritual anual de festivales. Y puedo decir, finalmente, que cerraré el verano de 2025 con esa ilusión que solo deja ver a alguien que quieres sobre el escenario :).