Entrevista a Alberto Feijóo
Artista
En tu obra, exploras la multiplicidad de imágenes y la yuxtaposición de elementos visuales. ¿Qué te lleva a adoptar este enfoque y cómo lo utilizas para transmitir tu mensaje?
Vivimos rodeados de imágenes impresas y virtuales. Mi respuesta a esto es crear instalaciones donde las imágenes cobran una dimensión física que se acumulan unas encima de otras y que sirven de portales a otras realidades.
¿Cómo abordas la selección de imágenes propias y ajenas en tus proyectos? ¿Qué criterios te guían a la hora de crear conexiones conceptuales y formales entre ellas?
Todo surge en el trabajo de estudio. Allí, las imágenes se imprimen tras un proceso rápido de edición en el ordenador. Una vez impresas en papel, cobran otra dimensión y se van colocando de manera a veces improvisada, creando relaciones entre ellas. Paso gran parte del día en el estudio moviendo imágenes de un lado para otro, clasificándolas en cajas, y agrupándolas de manera intuitiva en una especie de deriva hacia lo desconocido.
Las imágenes ajenas de las cuales me apropio (fotografías sacadas de revistas antiguas de música, por ejemplo) son un intento de acercarme a una realidad extraña pero que me interpela de una manera aspiracional, que forma parte de mi identidad, incluso de nostalgia por algo no vivido. La imagen pop se presenta ante nosotros como un símbolo de unión y de cohesión entre personas diversas.
Alberto Feijóo, nacido en Alicante, es un artista visual que trabaja principalmente en instalación, fotografía, collage y video. Su obra se caracteriza por explorar la materialidad de la imagen y sus propiedades mutantes, así como por abordar temas como la libertad, el lenguaje, la precariedad y las fronteras. Reside y trabaja entre Londres y Alicante, a través de su trabajo, Feijóo desafía las convenciones y cuestiona las percepciones tradicionales de la imagen y el espacio expositivo.


La selección del nombre "Trascity" para tu proyecto parece ser significativa. ¿Puedes compartir con nosotros cómo surgió este nombre y qué representa para ti?
Este proyecto surge de una mudanza en 2021 de Londres a Alicante (mi ciudad natal). Hacía diez años que no residía en Alicante y un día me fijé en un negocio de trasteros situado en la calle donde resido: Trascity. Ante mí se reveló el título del proyecto de una manera instantánea. Trascity para mí es un portal entre el pasado (en Londres dejamos muchos objetos almacenados en un trastero) y el momento presente. ‘Tras’ puede sugerir ‘trash’ (basura en inglés) pero también ‘traslado’ y también lo que está ‘detrás’ (la periferia de la ciudad). Como si de una fotografía se tratara, tuve que capturar esa imagen/texto y trasladarlo al espacio expositivo en forma de título. Me interesa pensar que una exposición que tiene lugar en un museo tiene una extensión en el mundo exterior en un viaje de ida y vuelta.
Pienso en una imagen que se puede habitar y en el confort ante un mundo acelerado y decadente. El concepto 'commodity' (bien de consumo) y su malinterpretación me inspiraron a pensar en objetos cómodos, que se adaptan a nuestro cuerpo y que sirven de refugio. Por eso, en mi último proyecto de Trascity he realizado sillas, sillones y pufs que sirven tanto de soporte de imágenes como para ofrecer un descanso.
¿Qué desafíos enfrentas al integrar elementos interactivos en tu obra y cómo crees que estos elementos enriquecen la experiencia del espectador?
En tus exposiciones, utilizas una variedad de formas de presentación de las imágenes, desde columnas fotográficas hasta marcos desbordados. ¿Qué te inspira a experimentar con diferentes formatos y cómo influyen en la percepción de tu obra?
Cuando camino por la ciudad veo que las imágenes se mueven, se derriten y se transforman. Intento trasladar eso al ámbito artístico. Pienso en la fotografía como algo mutante con una identidad líquida.
Tu arte parece estar muy arraigado en la experiencia personal y la reflexión sobre la sociedad contemporánea. ¿Cómo encuentras el equilibrio entre lo personal y lo universal en tu trabajo?
Creo que para hacer un trabajo creativo y artístico tienes que tener algo que contar. Hablar en primera persona de algo que te ocurre y de ser quien eres en relación a una realidad es fundamental. Por otro lado, utilizando la fotografía puedes interpelar al mundo o a la sociedad de una manera instantánea incluso banal.
¿Qué importancia tiene el contexto cultural y arquitectónico de los espacios expositivos en la presentación de tu obra?
Considero el espacio expositivo como un espacio vivo, en proceso o en transición. Pienso en la sala como si fuera un soporte neutro a intervenir. Mis exposiciones están pensadas específicamente para los espacios y contextos que ocupan. La fotografía pasa a formato ‘cuerpo’ cuando piensas en ella como un objeto con unas medidas, un peso, un olor o un material específico de impresión. Me gusta pensar en fotografías que puedes tocar, rodear… en definitiva, una fotografía que deja de ser representación y que puedes habitar.
¿Hay algún diálogo implícito o influencias específicas que se manifiesten en tu trabajo? ¿Qué artistas o movimientos te han inspirado de manera significativa?
Como dice el artista norteamericano Richard Prince, todo Arte es continuación de algo previo. No creo en una creación aislada sino en un mapa de relaciones y de vasos comunicantes que te inspiran y te impulsan. De esta manera, artistas que me interesan no tienen por qué estar alineados con mis planteamientos conceptuales de una manera directa. Pienso en el dúo cosmopolita Gilbert & George, la escultora radical Rachel Harrison, el propio Richard Prince como artista coleccionista disperso, la fotógrafa Collier Schorr, que también trabaja en moda, el pintor surrealista metafísico Girogio de Chirico o las películas viscerales de Julia Ducournau.



