Down Theory y Más Allá: El Universo Sonoro de Merca Bae

Merca Bae, productor y DJ, lleva años moldeando un sonido que une ritmos locales y cultura bass, siempre desde un enfoque profundamente personal y, al mismo tiempo, colectivo. Su identidad artística nació entre blogs, netlabels y comunidades online que marcaron una época, y todavía hoy mantiene ese espíritu: el de hacer música que existe en movimiento, en colaboración y en constante mutación. Es un artista que siempre sorprende, no solo por su técnica, sino por su narrativa sonora. Su rol como DJ y director musical en los shows de Bad Gyal, junto con sus colaboraciones con productores de escenas diversas, han consolidado una estética propia y reconocible.

12/1/2025

Down Theory y Más Allá: El Universo Sonoro de Merca Bae

Tu música navega entre ritmos locales, culturas globales y experimentación sonora. ¿Cómo ha sido construir tu identidad artística en ese espacio donde lo personal y lo colectivo se encuentran?

Siento que una parte importante de la identidad de cada artista se define por el contexto en el que se desarrollan sus primeros años de exploración y diggin musical. En mi caso, uno de los lugares donde empecé a descubrir géneros que me gustaban fue internet, y además en un momento donde lo colectivo estaba muy presente, sobre todo en escenas más alternativas y de nicho. Había muchísimos blogs, netlabels, revistas online y grupos de Facebook donde coincidíamos muchos artistas compartiendo música y publicando en los mismos sellos o colectivos.

A lo largo de mi carrera he tenido seudónimos distintos, he producido música muy diferente y todo eso ha aportado algo; incluso descubrir que ciertos géneros no te interesan o no te definen forma parte del aprendizaje. Sumado a todas esas nuevas, y no tan nuevas, tendencias que iba encontrando, siempre he abrazado gustos que vienen de mi familia o de mi entorno desde la infancia, y con los años he ido incorporando otros con los que quizá no me sentía tan identificado en el pasado.

Down Theory se centra en ritmos downtempo dentro de un contexto de club. ¿Qué te motivó a explorar una paleta más lenta y “pesada” en un momento donde la música de club tiende hacia BPMs más altos?

Siempre he sido un gran defensor de los BPMs más bajos. Desde que empecé a tocar como DJ he trabajado con géneros que conviven entre los 80-100 BPM, empezando por el dancehall o el reggaetón, por ejemplo. Algo muy característico de mis sets es que tengo un rango muy amplio de BPMs, y durante todos estos años no he dejado de tocar a esas velocidades.

No ha sido una decisión puntual para ir en contra de ese “aceleracionismo” de los últimos años, sino más bien abrazar algo que muchos productores (y yo mismo) hemos hecho siempre. Igualmente, como decía, exploro un rango de BPMs muy amplio en mis sets, y Down Theory funciona como un homenaje a esos tempos, no como un rechazo a la música más rápida. En todo caso es un rechazo a la corriente general que ha eliminado estas velocidades o las ha relegado a horarios más tempranos.

Merca Bae, productor y DJ, lleva años moldeando un sonido que une ritmos locales y cultura bass, siempre desde un enfoque profundamente personal y, al mismo tiempo, colectivo. Su identidad artística nació entre blogs, netlabels y comunidades online que marcaron una época, y todavía hoy mantiene ese espíritu: el de hacer música que existe en movimiento, en colaboración y en constante mutación.

Es un artista que siempre sorprende, no solo por su técnica, sino por su narrativa sonora. Su rol como DJ y director musical en los shows de Bad Gyal, junto con sus colaboraciones con productores de escenas diversas, han consolidado una estética propia y reconocible.

Con Down Theory, su último proyecto, explora los BPM bajos como un manifiesto y una celebración: un espacio donde la sensualidad, la intensidad y la pausa vuelven a tener significado en un momento donde todo parece acelerarse sin respiro.

En esta entrevista hablamos sobre construir una identidad en tiempos de hiperconexión, sobre el valor de bajar el pulso en la noche, sobre colaborar desde la intuición y el respeto mutuo, entre otras cosas.

La compilación menciona la intención de ofrecer un espacio más sexy, pesado y lento; ¿cómo traduces esos conceptos abstractos en la experiencia musical del oyente?

Vivimos en un momento en el que todo va súper rápido. En casi todos los aspectos de nuestro día a día vamos sin parar: queremos (o nos vemos obligados) a hacer mil cosas cada día, encajar todo en pocas horas porque literalmente no nos da la vida. Y creo que eso también se refleja en lo que hablábamos antes: la música, especialmente desde la pandemia, cada vez es más rápida; incluso los sets de los DJs son más cortos, muchas veces sin un discurso (que tampoco tiene por qué haberlo, casi todo el discurso durante mis sets se basa en hacer bailar).

Ya casi no existen los warm ups, cada DJ toca lo que quiere sin pensar en el resto de la noche como un todo, y da igual si es primera o última hora: el acto es mucho más individualista que colectivo. Entonces siento que a veces es muy necesario bajar esa velocidad con música que sigue siendo puro Club, muy pesada, muy intensa y, para mí, mucho más sexy.

Trabajaste con un grupo diverso de artistas como Unayo, @_grindalf, @faraonikababy y otros. ¿Cómo fue coordinar la visión de tantos colaboradores dentro de una narrativa curatorial coherente?

Como decía, somos muchos los productores que llevamos tiempo trabajando en estos BPMs, y creo que compartimos un sentimiento parecido: que estos géneros no tienen demasiado espacio en la escena de club actualmente. También me parecía interesante que algunos productores más asociados a BPMs altos experimentaran con estas velocidades, como es el caso de Styn con “coLAFLES” y el resultado es increíble.

Además, el sello que firma el recopilatorio es Love In The Endz, y llevan mucho tiempo apostando por productores que apoyan esta narrativa, así que llevarlo a cabo ha sido super fácil y orgánico.

Mi rol en el show comenzó como DJ, pero al poco tiempo evolucionó hacia una dirección musical, además de ser quien operaba técnicamente en los directos. Actualmente ya no se trabaja el show de esa manera a nivel técnico, pero se puede seguir definiendo como DJ si queremos.

Para dar forma a un show tienes que entender al artista y su narrativa: comprender de dónde viene, qué referencias tiene, hacia dónde quiere ir y qué quiere contar. Y obviamente compartir un gusto estético común.

Ser DJ oficial de Bad Gyal implica no solo mezclar, sino también acompañar la narrativa del show; ¿cómo defines tu rol dentro de esa maquinaria escénica?

El primer MercaZip salió en 2017 y fue un recopilatorio de todos los temas que había subido a SoundCloud durante 2016. Entonces ya lleva bastante tiempo, pronto serán diez años. Creo que si se escuchan todos se puede ver la evolución de mi sonido, sobre todo en calidad y en los conocimientos que he ido, y sigo, adquiriendo.

En cuanto a las colaboraciones, desde el principio he trabajado con amigos o con personas a las que admiro, y siempre han surgido de forma muy orgánica, invitando a productores a trabajar conmigo sin presión. Muchas colaboraciones no llegaron a nada por falta de tiempo o porque no había inspiración y el tema no funcionaba, y no pasa nada. Al final es un trabajo que siempre he entendido como una “oda a la música de club”.

Quizás el de /2024/ fue el primero en el que miré el proyecto, aunque mínimamente, desde un prisma un poco más “comercial” , porque los temas con Osito Wito y Julianno Sosa se hicieron hace tiempo y estaban parados, y esta era la manera lógica de darles salida.

Antes de MercaZip /2024/ lanzaste MercaZip /2021/ y MercaZip /2022/. ¿Podrías hablarnos sobre cómo ha evolucionado tu sonido y la manera en que has abordado las colaboraciones a lo largo de cada volumen?
Para cerrar, ¿Alguna fecha importante que tengas pronto que nos puedas contar un poquito?

Pues el 29 de noviembre toco por primera vez en el Barbican, en Londres, uno de mis sitios favoritos, dentro de Stamina (la fiesta de Mina Galán) con un line up increible junto a Crystallmess y New York.

Y en fin de año creo que vuelvo a Londres, pero aún no está anunciado.